Lo que digan los tribunales franquistas va a misa
























Libertad Digital (LD) dedica un extenso artículo a tratar de demostrar que Marcos Ana es un "asesino".

Así lo define en su titular:

"De asesino durante la Guerra Civil a icono de la memoria histórica".



Tercera Información tiene el placer de ahorrales a sus lectores el suplicio de leer el artículo. Lo intentan, amagan, casi se lanzan, pero al final, nada. En ningún momento se atreven a afirmar lo que sugiere el titular.

El artículo, de Fernando Díaz Villanueva, es un refrito de un reportaje del semanario ultracatólico Alba. Éste es todavía más ambiguo en su titular: "Una medalla ensangrentada".

La falacia mayúscula sobre la que se sostiene el texto de Alba (y de Libertad Digital) es bien cruda: las sentencias de los tribunales franquistas tienen toda la credibilidad que necesitan los periodistas de Alba y LD. La fuente documental de la que emanan sus acusaciones es, nada más y nada menos, el expediente en el que un juzgado militar territorial franquista condenó a muerte a un joven Marcos Ana, que tenía 19 años cuando terminó la guerra.

A pesar de dar pábulo a los procesos de la Causa General, ¿por qué LD y Alba no se atreven a decir simplemente que Marcos Ana asesinó a tres personas? Esto, sin más, convertiría al poeta en asesino y a la noticia en veraz. El problema para LD y Alba es que ni siquiera aquel tribunal que lo condenó a muerte formuló una sentencia tan rotunda como les habría gustado a los redactores. La única frase que se atreven a entrecomillar sugiere que Marcos Ana "tomo parte directa" en 1936, con 16 años, en la muerte de tres personas.

Por eso, LD se enreda en circunloquios que manchan, sin ensuciarlo, el nombre de Marcos Ana; y solo corta por lo sano y escribe "asesino" en titulares y ladillos, donde la ausencia de verbos permite escupir sin decir nada.



http://www.tercerainformacion.es/



La foto es de:

http://www.marcos-ana.com/

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GUERRAS OLVIDADAS