Historia visual de la vergüenza

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Era la tumba de la discrepancia de ideas, la última trinchera donde se esconde el miedo, el único lugar donde a la libertad nunca se la espera. La cárcel de Carabanchel, construida después de la Guerra Civil con el sudor de presos sometidos a trabajos forzados, es la protagonista póstuma de una exposición de fotografías en la que se narra de forma visual su historia, desde su inauguración, hasta el polvo que sacudió su derribo en octubre de 2008.

Nunca debió levantarse, pero sus vecinos de Aluche y Carabanchel ambicionaban otro fin para unos terrenos que llevaban reclamando como propios desde la clausura del centro penitenciario en 1998.

Antes de que la picota añadiese nuevas perspectivas (las postreras, las finales) al álbum de la cárcel, un grupo de 20 fotógrafos profesionales y aficionados reunió una buena colección de imágenes, a instancias de la Asociación de Vecinos de Aluche, y las reunió bajo el título Cárcel de Carabanchel, de la represión al olvido. La muestra, que ya ha recorrido 10 ubicaciones distintas en la Comunidad de Madrid, recala ahora en el Ateneo de la capital, donde podrá ser visitada hasta el 25 de enero.

La exposición, que lleva desde hace dos años recorriendo diferentes salas y eventos, tenía en su origen el objetivo fundamental de llamar la atención sobre los planes especulativos "que hacen peligrar una reivindicación que dura ya más de 15 años: la construcción de un hospital público y los equipamientos sociales que los vecinos de los distritos de Latina y Carabanchel demandan".

Antonio Abueitah, presidente de la asociación vecinal, explicó ayer a EL MUNDO, que actualmente hay media parcela cedida para construir un hospital, mientras que la otra media serán pisos. "Nosotros seguimos peleando para que se ubique un centro para la Paz y la Memoria, en el Centro de Internamiento de Extranjeros, que es el único edificio de la cárcel que permanece en pie".

Y es que, para las personas que convivieron con el antiguo penal, la exposición tiene una doble derivada: como muestra artística y como reivindicación de la memoria histórica. "Marcelino Camacho, Simón Sánchez Montero, Julián Ariza y otros muchos más estuvieron allí presos por sus ideas políticas o por su condición sexual", recuerda Abueitah.

Carabanchel fue, durante muchos años, símbolo de la represión franquista. Entre sus muros pasaron sus últimas horas muchos condenados a muerte, en sus paredes hay escritas páginas negras de la Transición y de los primeros años de la democracia, como los motines de la COPEL, el hacinamiento de presos, la droga, el sida... Por ello, además de las fotografías, la muestra se completa con documentación histórica y diversos materiales recuperados de la prisión.

Dirigida por Francisco J. Rubio, la colección ha sido expuesta en distintas salas de la Comunidad de Madrid y la intención de los vecinos es que recorra tantos lugares como sea posible, para apoyar sus actuales reivindicaciones y para que nadie se olvide de esta sombra de la Historia que ellos no están dispuestos a repetir.



ESTHER ALVARADO - EL MUNDO

Los vecinos quiren que se ubique un centro para la Paz y la Memoria.





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GUERRAS OLVIDADAS