¿Por qué los padres de la constitución dejaron a mi abuelo en una cuneta?
Hoy empiezan los picos y las palas a buscar huesos en la primera curva del camino entre Alfacar y Víznar, en Granada.
En la cuneta continúa llorando un poeta que no está solo.
Otros dos mil quinientos fusilados le hacen coro allí.
Ellos no se lo pueden creer, que continuemos tolerando la cuneta como su sepultura.
Los de Patrañas nos convocamos este octubre en lo de Mario para pedir perdón a tantos muertos abandonados.
En lo de Mario nos vemos.
Viernes, 30 de octubre, 22 h.,
Avd. Fuenlabrada, nº 12-posterior, Leganés.
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Vuelta de paseo
Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.
Con todo lo que tiene cansancio sordo
mudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
(Poeta en Nueva York)
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Andrés
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