En la España de la Santísima (y Eterna) Transición querer exhumar a las miles de víctimas de la represión fascista, desear levantar la dignidad de los cientos de miles de represaliados del franquismo, de los torturados, de los exiliados, de los desaparecidos, de los niñ@s secuestrados y robados de sus madres a lo largo de 40 años de gobierno fascista, exigir todo eso, en la España de la Gloriosa Transición, es injusto.
Con un par,
¡sí señor! ¡Viva la Transición!
Y lo dice gente de tan probada solera democrática (1) como Pío Moa, Federico Jiménez Losantos o Adolfo Prego, magistrado este último del Tribunal Supremo y ponente de la ”causa” que contra Garzón han decidido llevar adelante los señores jueces del Tribunal Supremo a instancias de una querella presentada por un sindicato sin representación alguna en ningún centro de trabajo, de profesión sus querellas (¿de dónde sacarán para tanto como destacan?), cuyo mando fue jefe de Fuerza Nueva, y que, entre otros cientos de querellas contra cualquier cosa que huela a tolerancia y libertad, llegó a llevar a los lunnis a los tribunales por haber expuesto en uno de sus episodios una boda gay (como dice la canción: si no fueran tan dañino darían risa).
Manos Limpias, se llaman.
Uno más de los milagros de la Transición....
Rue MADELEINE
Prevaricar: dictar resoluciones injustas a sabiendas
Publicado por Desde mi ventana Etiquetas: OTROS BLOGS, SIN COMENTARIOS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
¡Qué pena! Cuando en Chile se plantean llevar al banquillo a los asesinos de Víctor Jara, aquí se plantean llevar al banquillo al juez que quiere procesar a los artífices de la represión, aunque sea simbólicamente.En fin qué pobre democracia la nuestra, cuánto olvido.Un abrazo
Publicar un comentario