400 niños israelíes van a ser deportados a los países de origen de sus padres (Etiopía, Sudán, Nigeria, Filipinas, China…).

 Su delito: ser hijos de inmigrantes sin papeles. “Ilegales” hijos de “ilegales” padres.


Todos tendrán que irse, familias enteras.
La decisión la tomó el Gobierno de Tel Aviv por 13 votos contra 10 el pasado agosto, pero las expulsiones aún no se están realizando. Están a punto, eso sí. Todo es cuestión de semanas, explica el Ministerio del Interior, del que procede la orden.

Tan sólo se están terminando de estudiar las alegaciones presentadas por las 400 familias, una cifra “indulgente”, como la calificó el ministro Eli Yishai (Shas, ultraortodoxo), ya que su intención inicial era la de expulsar a tod@s los pequeños descendientes de inmigrantes indocumentados, hasta 1.200.


La decisión no tiene vuelta atrás. De hecho, ante la presión social –y hasta de su propia esposa-, el primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que, en realidad, el país necesitaba medidas “aún más dramáticas”.

Si los niñ@s quieren quedarse en Israel tendrán que cumplir cinco condiciones: estar escolarizados en el primer grado o en uno superior; haber vivido durante cinco o más años consecutivos en Israel y, si no nacieron aquí, haber llegado al país antes de los 13 años; el menor además debe hablar hebreo y sus padres tuvieron entrar con un visado legal.


 Unicef ha denunciado que Israel ataca el bienestar de niñ@s con su plan porque, como marca la Declaración Universal de sus derechos, los menores deben disponer de estabilidad en su domicilio, garantías en sanidad y educación, hay que preservar sus lazos sociales… Y todo ello se perdería con la deportación.

Hasta el colectivo más reverenciado en el país, el de los supervivientes del Holocausto, ha reclamado que los niñ@s se queden, porque una expulsión “se parecería demasiado a errores del pasado que ya sufrimos en nuestras carnes“. Palabra de Elie Wiesel, víctima de la persecución nazi, presidente de una fundación que defiende los derechos humanos.




El ministro Yishai lleva años asegurando que los extranjeros traen enfermedades a Israel...


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1 comentarios:

RGAlmazán dijo...

¡Porco mondo! donde ni los mínimos derechos humanos de los niños se respetan.

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