Si yo tuviera que volver a nacer siendo perra en este país, querría que me avisaran primero para gritar eso de :
"¡¡Ehhh parad el mundo que yo me bajoooo!!!!
- Ser una abuelita de diez años y que tu "querido amo" te deje en la pu... calle.
-Ser un cachorro herido, enfermo y volverte invisible...
-Ser grandullona, con una discapacidad y acabar siendo "la eterna" del refugio.
-Querer sacrificarte porque "rompes cosas" .
-Vivir toda tu puñetera vida en un refugio
- Ser un perro de "caza" y no servir para cazar pero sí para ser perro de casa (como dice una compañera animalista).
-Que a algún mal nacido aburrido, le de por "jugar" contigo y acabes con un ojo destrozado y colgando .
-Nacer siendo Galgo o Podenco, pufff, podenco ni te cuento...
-Acabar tus días de miseria en esos "hoteles maravillosos, tan limpios y donde hay un trato exquisito a los animales.
Esos sitios en que son tan amables, que para acabar con todas tus penas te duermen dulcemente". Las PERRERAS ESPAÑOLAS , ejemplo de la más grande de las miserias y vergüenza nacional.
http://perrillosbuscandohogar.blogspot.com/2009/12/algunas-razones-para-no-querer-nacer.html
EL PERRO COJO
Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado,
un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros,
pobres de sangre y estampa.
Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.
Cuando pequeños, qué finos
y ágiles son en la infancia,
baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana,
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
Cuando mayores, al tiempo
que ven que se fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.
Qué tristes ojos que tienen,
que recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada.
Yo le llamo: psss, psss, psss.
Todo orejas asustadas,
todo hociquito curioso,
todo sed, hambre y nostalgia,
el perro escucha mi voz,
olfatea mis palabras
como esperando o temiendo
pan, caricias... o pedradas,
no en vano lleva marcado
un mal recuerdo en su pata.
Lo vuelvo a llamar: psss, psss.
Dócil a medias avanza
moviendo el rabo con miedo
y las orejitas gachas.
Chasco los dedos; le digo:
"ven aquí, no te hago nada,
vamos, vamos, ven aquí".
Y adiós la desconfianza.
Que ya se tiende a mis pies,
a tiernos aullidos habla,
ladra para hablar más fuerte,
salta, gira; gira, salta;
llora, ríe; ríe, llora;
lengua, orejas, ojos, patas
y el rabo es un incansable
abanico de palabras.
Es su alegría tan grande
que más que hablarme, me canta.
"¿Qué piedra te dejó cojo?
Sí, sí, sí, malhaya".
El perro me entiende; sabe
que maldigo la pedrada,
aquella pedrada dura
que le destrozó la pata
y él, con el rabo, me dice
que me agradece la lástima.
"Pero tú no te preocupes,
ya no ha de faltarte nada.
Yo también soy callejero,
aunque de distintas plazas
y a patita coja y triste
voy de jornada en jornada.
Las piedras que me tiraron
me dejaron coja el alma.
Entre basuras de tierra
tengo mi pan y mi almohada.
Vamos, pues, perrito mío,
vamos, anda que te anda,
con nuestra cojera a cuestas,
con nuestra tristeza en andas,
yo por mis calles oscuras,
tú por tus calles calladas,
tú la pedrada en el cuerpo,
yo la pedrada en el alma
y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».
Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,
te regalará San Roque
una muleta de plata.
Compañeros, si los hay,
amigos donde los haya,
mi perro y yo por la vida:
pan pobre, rica compaña.
(... )
Ya estaba mi pobre perro
muerto de las cuatro patas.
Hacia el cielo de los perros
se fue, anda que te anda,
las orejas de relente
y el hociquillo de escarcha.
Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba:
ortopédico de mimos,
cirujano de palabras,
bien surtido de intercambios
con que curar viejas taras.
"Para ti... un rabo de oro;
para ti... un ojo de ámbar;
tú... tus orejas de nieve;
tú... tus colmillos de escarcha.
Y tú, —mi perro reía—,
tú... tu muleta de plata".
Ahora ya sé por qué está
la noche agujereada:
¿Estrellas... luceros...? No,
es mi perro cuando anda...
con la muleta va haciendo
agujeritos de plata.
Autor: MANUEL BENÍTEZ CARRASCO
Aquí la interpretación,
en lectura del poeta Rafael Amor
.
¡Tatriz vuelve!
Hace 9 horas
3 comentarios:
¡¡Gracias!!
¡Me ha encantado la poesía...!. Preciosa, tan llena de matices, de sentimientos, y tan descriptiva.
No sé si me suenan algunas partes... ¿quizás de aquí salió alguna canción de Alberto Cortez?. Sé que tenía la del perro callejero, pero no sé si alguna más, o es que me suena por ser de temática parecida (estoy escribiendo a las 5 de la madrugada, no os extrañe, pues, tanta "confusión". Es que estoy medio dormida ya, en realidad) :-)
Gracias por ofrecernos la oportunidad de leer un texto tan bonito... y gracias por poner la noticia de mi compañero Juan Vilas (afectado de varios patologías en huelga de hambre, luchando por sus derechos) que ofreci en mi blog hace unos días.
En su nombre te agradezco mucho este gran detalle, y que además le hayas puesto en lugar tan destacado de tu sidebar: ¡en primera línea!... Hace unos días que no le localizo, los últimos días estaba bastante flojo, y con este frio, lluvia, viento y nieve.., y él con diabetes entre sus patologías, pues estoy bastante más que preocupada, como es lógico. Es realmente lamentable a las situaciones que como enfermos crónicos nos estamos viendo abocados por el simple hecho de que al no poder "producir", automaticamente parece ser que dejamos de existir para todo y todos, y tampoco tenemos derechos (excepto quienes tenga dinero para "creáselos" a golpe de pago a abogados, peritos médicos, etc.).
Por último, y no menos importante, gracias por poner icono de mi espacio en su sidebar (y también en un lugar tan visible e improtante).
El que veas de interés su temática (que gira alrededor de ayudar, informar, denunciar y ofrecer recursos sobre las patologías que yo misma padezco en grado severo, así como de sus temáticas colaterales como la ecología práctica, la lucha por un mundo más justo, una sanidad más eficiente, etc.), me llena de alegría y es un incentivo para -en la medida que los fuertes límites de salud me dejan-, seguir haciendo cosas en la red que ayuden a concienciarnos a todos.
¡Gracias por difundir!.
Un muy fuerte abrazo,
PD: en tu perfil veo que tenemos gustos literarios similares. En estos momentos estoy leyendo "La sombra del viento". Me ha enganchado irremediablemente... :-)
Te lei en el Boletin Informativo de la Sanidad Pública y senti la necesidad de enlazarte en mi blog.
Un abrazo.
Ana
Publicar un comentario