...Es el concepto de la 'mujer tutelada' que los sectores más reaccionarios han extraido de la figura de la tutela que contemplaba el Derecho Romano y que quedó anulada en el año 410, aunque antes ya había ido perdiendo contenido.
Pero sólo desde la asunción de la tutela como noción vigente aún en nuestros días se puede entender la perseverancia en negar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Un derecho que, conviene recordar, está reconocido por la Organización Mundial de la Salud y el Consejo de Europa, que recomienda la aplicación de una ley de plazos para proteger los derechos (TODOS los derechos) de las mujeres.
La mayoría de los países europeos ha adoptado esta normativa. Que una mujer tome la decisión de abortar puede deberse a múltiples motivos que no se restringen al "¿y ahora qué hago?" de la tópica escena de la madre soltera con un bebé en brazos.
Proponer la adopción de los bebés no nacidos como solución al problema es un reduccionismo absurdo y otra descarada artimaña para enmascarar el verdadero fondo de la cuestión.
Con esta propuesta, el PP se presenta como "salvador" de las potenciales víctimas de asesinato que, según su doctrina y la de la Iglesia, son los fetos menores de 14 semanas.
Una vez más: el aborto NO es un asesinato. Y no soy yo la única que lo dice.
Todo lo que sean medidas de apoyo a embarazadas y a las mujeres en general, gestantes o no, es digno de aliento.
Pero no puede en ningún caso suplir el reconocimiento de un derecho por el que han luchado miles de mujeres en este país. Y, por cierto, exhibir muñequitos de fetos, como se hizo en la manifestación antiabortista que hace un mes se celebró en Madrid, es una sucia treta.
Hace un par de días, en el programa de televisión 'La Noria', el padre Enrique de Castro preguntaba : "¿Cuándo comienza la vida humana? Esto es un debate científico.
Ni los legisladores ni la Iglesia pueden imponer ningún criterio en ese sentido”.
En ese momento, Isabel Durán, periodista y promotora de la plataforma “Mujeres contra el aborto”, sacó su muñeco y lo mostró ante las cámaras.
Al mismo tiempo, defendía al portavoz de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino, quien recientemente llamó herejes a "todos los que toleren el aborto", lo que se interpretó como una amenaza a los legisladores que han de pronunciarse sobre la reforma de la ley: “El aborto está en el Derecho canónico. (...) Camino recuerda lo que dice el Derecho canónico”. Si no hubiera enseñado la repulsiva figurilla, casi hubiéramos podido estar de acuerdo.
En efecto, el Derecho canónico estudia y desarrolla la regulación jurídica de la Iglesia católica por lo que es normal que los miembros de la CEE se atengan a sus preceptos.
Pero el Derecho Canónico no rige las relaciones, ni los derechos y obligaciones de los ciudadanos de un Estado aconfesional como es el nuestro, por lo que convendremos en que las amenazas de Martínez Camino fueron un exceso en sus atribuciones y un rastrero intento de coacción a los diputados y senadores.
Hay mucha falsedad e hipocresía en todo el debate sobre el aborto: la falsedad de la Iglesia que 'guerrea' para infiltrarse en ámbitos que no son de su competencia, en un denodado esfuerzo por seguir siendo la instancia que decida el destino de este país por encima de todas las demás, las únicas con competencias constitucionalmente reconocidas. ....
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PILAR GASSENT, "La mujer tutelada y los 'muñequitos' del PP "
Publicado por Desde mi ventana Etiquetas: DIFUSIÓN, ENVIADOS, MUJERES, OPINIÓN
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