Los otros muros de la vergüenza que a nadie le interesa derribar

La tradición del muro como estructura para separar territorios y, sobre todo, a poblaciones no se agotó en el Muro de Berlín.
Palestina, Estados Unidos y España son sólo algunos ejemplos de ese afán por perpetuar una fórmula con un carácter pretendidamente defensivo que en realidad vulnera los derechos más básicos de las personas a las que aisla.

La secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, afirmó el domingo que “no hay muro que no podamos derribar” con motivo del 20 aniversario hoy del fin de la división de Berlín, Alemania y Europa.

Berlín, dijo, representa actualmente “lo que hemos conseguido unidos”, destacó la jefa de la diplomacia estadunidense, quien hizo un llamado a “trabajar para llevar adelante la democracia y los derechos humanos” y a derribar “los muros del siglo XXI”. En ese sentido, citó como grandes retos internacionales la lucha contra el terrorismo, contra la proliferación de las armas nucleares y contra el cambio climático.


La declaración de la secretaria de Estado, realizada en una cena de gala en la que los ciudadanos de Berlín fueron galardonados con el Premio de la Libertad del Atlantic Council por su revolución pacífica en la extinta República Democrática Alemana, sólo puede ser calificada de "cínica". Clinton sigue utilizando el argumentario del antecesor de Obama en la Casa Blanca, George W. Bush, para enmascarar las violaciones de los derechos humanos que su propio país, EEUU perpetra y ampara en la mayor parte del globo.


Destaca, sin duda, ese llamamiento a la lucha contra el terrorismo que todo lo permite bajo su manto de impunidad para luchar contra lo que se ha sacralizado como la "prioridad máxima de la política exterior de Occidente".Pero la misma secretaria de Estado olvida otras realidades más tangibles y que recientemente ha tenido muy próximas.
A principios de noviembre, Hillary Clinton visitaba Marruecos y se deshacía en elogios hacia el régimen de Mohamed VI responsable, entre otras cosas, del levantamiento del muro militar de ocupación de mayor longitud que existe en el mundo.

Mide 2.720 km, fue construido por Marruecos en el Sahara Occidental hace más de tres décadas para protegerse, supuestamente, de las incursiones del Frente Polisario y es una zona con búnkers, vallas y campos de minas. La simpatía de Clinton hacia Marruecos ha llevado a más de uno a preguntarse si la secretaria de Estado es "cómplice o saboteadora" de la política de Obama.



No podemos olvidar, entre otras cosas porque ellos mismos se han encargado de recordárnoslo estos días, el muro que aisla a los palestinos de su propio territorio, ese que Israel empezó a levantar en 2002 en suelo cisjordano y que ha dejado ya a 97 comunidades palestinas completamente aisladas: rodeadas por tres flancos por el muro, o por el muro, una colonia judía y las carreteras del apartheid (por las que sólo pueden circular vehículos con matrícula israelí). Además, la barrera aisla Jerusalén Este de Cisjordania, lo que "deja a 360.000 palestinos desconectados de su pueblo y rodeados por un muro de 181 kilómetros. Esto impedirá cualquier acuerdo para la creación de un Estado palestino", según afirma Yamal Yuma, de la ONG "Contra el Muro".


Esta organización celebrará múltiples actos a lo largo de la próxima semana para recordar al mundo que el territorio de Cisjordania está marcado por una cicatriz de hierro, alambre y hormigón que divide y fragmenta las tierras palestinas, separando a sus habitantes y, en algunos casos, impidiéndoles el paso a sus cultivos.


Los actos se iniciaron el pasado viernes, cuando un grupo de activistas colocó una barrera de poliestireno en la localidad de Bilín, escenario de protestas semanales contra el muro, en la que se leía: "Berlín, 1989. Palestina, ?".


El parapeto fue inmediatamente desmantelado por soldados israelíes.La barrera fue declarada ilegal por el Tribunal Internacional de Justicia en 2004, pero Israel hace caso omiso sin que ningún Gobierno del mundo se atreva a afearle su determinación para seguir adelante con su construcción.


MURALLAS CADA VEZ MÁS SOFISTICADAS

En su propio país, la señora Clinton tiene otro muro del que prefiere no acordarse: el que EEUU comenzó a construir a mediados de los 90, a base de una serie de barreras de seguridad de alta tecnología, en la frontera de más de 3000 kilómetros que comparte con México, para detener la inmigración ilegal.


Al tiempo que cualquier tipo de reforma migratoria se estanca en el Congreso, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México denuncia que ya han muerto más de 5.600 inmigrantes en su intento por cruzar la frontera.


El muro incluye tres bardas de contención, iluminación de muy alta intensidad, detectores de movimiento, sensores electrónicos y equipos de visión nocturna conectados a la policía fronteriza estadounidense (Border Patrol), así como vigilancia permanente con camionetas todo-terreno y helicópteros artillados.


Y ¿qué decir de España? También aquí hemos utilizado el pretexto de evitar la entrada masiva de inmigrantes africanos para construir a finales del siglo XX dos barreras físicas en Ceuta y Melilla.


Los 8,2 kilómetros de alambrada en Ceuta y 12 kilómetros en Melilla se han ido modernizando y los ceutíes y melillenses sufren hoy las consecuencias de vivir en una ciudad amurallada, con barreras de hasta seis metros, cámaras infrarrojas, difusores de gases lacrimógenos, laberinto de cables trenzados y piquetes de 1 a 3 metros de altura a su alrededor.


La existencia de la valla ha obligado a muchos inmigrantes irregulares de origen subsahariano a optar por la vía de la patera para viajar a las costas españolas, lo que ha provocado la muerte de por lo menos 4.000 personas que se han ahogado intentando cruzar el Estrecho de Gibraltar.Esto son sólo algunos ejemplos. Pero hay muchos más.



Llos dirigentes que asisten a los fastos por el veinte aniversario de la caída del Muro de Berlín pasearán por su antiguo trazado, harán pomposos discursos, se admirarán ante los fuegos artificiales y, después, en la cena, brindarán por el hito histórico conseguido hace 20 años.



Pero ninguno de ellos mencionará esos otros muros de la vergüenza que hay en el mundo y que a nedie le interesa derribar. Este estado de cosas da pie a que personajes como el rey de Marruecos, Mohamed VI, dijera lo siguiente durante su discurso conmemorativo de la Marcha Verde:
"Demagogia sobre derechos". (...)"Marruecos rechaza prestarse a una demagogia sobre los derechos humanos, sobre todo por parte de regímenes y de grupos fundados en la negación y violación de los mismos". La cita no está mal, aunque es dudoso que el monarca se refiriera a sus grandes aliados y valedores, los Estados Unidos.

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2 comentarios:

Edu dijo...

La nueva ley de extranjeria es otro muro. Y una vez tirado ese muro, sus habitantes viven mejor?

Desde mi ventana dijo...

Pues si Edu, a veces los muros no son solo fisicos...Son demasiados los muros que aun quedan por derribar.
Un saludo
Ana

GUERRAS OLVIDADAS