La educación de todos los niños, de todas las niñas, en condiciones de igualdad y dignidad, ha sido convertida en un negocio de baratillo por el gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.


Ustedes, quienes la votaron y no pertenecen a la clase de los todo-poderosos, quizá no lo pensaron.
No pensaron que igual que estaba cerrando hospitales públicos para abrir hospitales de gestión privada, igual que retiraba médicos y pediatras mientras negaba las listas de espera que sufríamos cada día, igual que derivaba enfermos a centros privados, basados en el beneficio empresarial y no en el derecho a la salud, igual que íbamos perdiendo así salud y derechos (y dinero, que cuesta pagar fuera lo que no te dan dentro a tiempo), igual, igual, iba a pasar con las escuelas, los colegios, los institutos, y los equipos de atención educativa.


Pero Esperanza Aguirre y su equipo, los mandos y barones del Partido Popular en general y una parte de él más en concreto, representan, han representado y representarán en nuestro país y siempre, a quienes tienen dinero, mucho, grandes empresas importantes, tierras.

Ella, ellos, son los señores de siempre, los señoritos de siempre, los herederos de quienes dieron un golpe de Estado contra la democracia y todavía hoy intentan explicar que hicieron bien, que les provocaron.

Como los violadores, como los maltratadotes: siempre se sienten provocados, siempre piensan que la víctima se lo merecía. ¿Es que ustedes, quienes les votan, piensan eso también?.


A ustedes y a ellos les debemos la venta de colegios públicos, el destroce de la etapa de educación infantil hasta los seis años, la rebaja de condiciones de calidad, de garantías de atención, para que, en manos privadas, las escuelas infantiles sean rentables a los empresarios.
Más niños y niñas por aula, menos requisitos para los espacios en que se les tiene, para la formación de quienes les atienden.


A ustedes y a ellos, el cierre masivo de los centros de formación del profesorado,
A ustedes y a ellos, les debemos también la privatización de centros de atención primaria, el recorte de los tiempos de atención a cada paciente, la política de restricción de material a enfermos crónicos, la disminución o cierre de especialidades en los hospitales públicos.


La diferencia, la primera diferencia entre ustedes, y ellos, es que ellos son inmensamente ricos, ustedes no.
Ni ellos ni sus hijos e hijas, necesitarán nunca de los sistemas públicos de salud y educación. Ustedes sí..

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE RESPETO ES ESE? NO ME SIENTO GILIPOLLAS EN ABSOLUTO,POR AHI ES POR DONDE NO SE PUEDE IR,INSULTANDO Y LLAMANDO GILIPOLLAS O TONTOS A QUIENES EN DEMOCRACIA VOTAN LIBREMENTE ES UN MAL ESTILO.

GUERRAS OLVIDADAS